L'ILLA SE ERIGE JUSTO EN EL EPICENTRO DE LA BAHÍA DE BENIDORM : ¿QUÉ LA PUSO AHÍ?
De la Isla de Benidorm ya se ha dicho todo o casi todo, lo fundamental de ella es que tanto para turistas como para autóctonos y autóctonas es un emblema, un icono identificativo natural de nuestro pueblo. “Los benidormeros la conocemos por el nombre de “l’Illa”, un promontorio rocoso en medio de la mar y de forma triangular que es una prolongación de la Sierra Helada de Benidorm”, señala el investigador local Paco Bou, quien asegura además que: “Históricamente ha sido escondite de piratas, lugar de pesca o refugio ante epidemias, e incluso existen relatos que dicen que en ella nació el gran general cartaginés Aníbal Barca”. Además, los fondos marinos de este islote albergan una elevada diversidad de especies de fauna y flora, “tal es así que es considerado como un polo de diversidad biológica”.
Riqueza en sus fondos
¡ De la Isla de Benidorm nos gusta lo que se ve, lo que nos identifica, las leyendas que corren sobre su origen pero quizá no se habla tanto de su lado más desconocido por el gran público, de su parte más escondida: la submarina ! Aunque bien conocida por expertos y aficionados al submarinismo sus fondos de este islote albergan una elevada diversidad de especies de fauna y flora, “tal es así que es considerado como un polo de diversidad biológica”.
Así me lo ha contado el Doctor en Biología, Jefe de Investigación del Área Marina del Instituto de Ecología Litoral, Juan E. Guillen para quien “del conteniendo de este mar aproximadamente el 10% de todas las especies marinas del mundo se pueden encontrar en este polo de la diversidad” -y añade-, “las aguas del Mediterráneo pasan de ser cálidas en verano (cuando alcanzan temperaturas de 27º C, en julio y agosto, en su superficie), a frías (en invierno, en febrero, mes en el que apenas sobrepasan los 13º C)”.
Distribución de especies
Para el Doctor Guillen “la distribución de las especies submarinas en la Isla de Benidorm atiende a los distintos gradientes de luz o lo que se denomina científicamente hidrodinamismo: disponibilidad de nutrientes y naturaleza del sustrato que se dan en las costas” -y asegura-, “pero, en islas, como la de Benidorm, estos gradientes se producen a muy corta distancia, así es posible advertir tantas especies en apenas un centenar de metros, como las que se encontrarían en varios kilómetros a lo largo del litoral, al existir paredes de acantilados que descienden hasta los 40 metros”.
Juan E. Guillen es muy consciente de lo que nos estamos jugando y ante todo pide respeto para con el Medio Ambiente: “Aunque la mayoría de buceadores suele buscar los ejemplares grandes como los meros, morenas, congrios, dentones, y rayas, en el grupo de los peces, o langostas y cigarras, en el de los crustáceos, que tienen en la isla un foco para su reproducción; también los fondos sus fondos guardan sus tesoros en el campo de lo macroscópico y microscópico, con nudibranquios, gorgonias, esponjas, y un sinfín de invertebrados y algas que los tapizan, y que pueden ser observados por las embarcaciones con fondos de cristal al permitir al público en general ese vistazo a los fondos, aunque siempre es recomendable mojarse. Bien con gafas y aletas, lo que los ingleses llaman el snorkeling, o bien con botellas, de la mano de las empresas especializadas que prestan sus servicios tanto desde Benidorm, como desde otros puertos cercanos como Altea, Villajoyosa o El Campello, y que facilitaran los pertinentes permisos, ya que no debemos olvidar que el entorno marino forma parte del Parc Natural de Serra Gelada i Litoral de la Marina Baixa, que forma parte de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, y que aunque asociemos el espacio marino al ocio, también es un medio natural que debemos preservar y ayudar a su conservación, con acciones tan sencillas como cumplir la normativa del parque, no ensuciar, y si podemos recoger desperdicios que otros han dejado o las corrientes hayan desplazado, pues mejor que mejor".
En este sentido, destaca que “los usuarios de la náutica de vez en cuando pueden también disfrutar del paso de pequeñas manadas de delfines, pero que también pueden contribuir a la conservación de esta riqueza ambiental, cumpliendo con las normas de navegación del parque, por lo que es recomendable evitar anclar sobre los fondos de Posidonia oceánica, ya que el anclaje indiscriminado está demostrado que puede ser una de las causas importantes para la desaparición de estas praderas, como sucedió con la pequeña pradera que había hace décadas en el promontorio rocoso de la Llosa”.
Además, “la Isla también constituye un elemento fundamental para la pesca profesional, donde las escasas embarcaciones que mantienen la tradición pesquera de Benidorm tienen su medio de vida y donde también un buen número de embarcaciones deportivas acuden a pescar, -y subraya el científico-, “obviamente, si queremos contribuir al mantenimiento de ese binomio conservación/desarrollo económico, se deberá ser más respetuoso en el futuro; se trata de un reto difícil, cuando nos encontramos ante fenómenos a los que hoy por hoy ni siquiera podemos hacer frente como la llegada de especies invasoras o la desaparición de otras especies emblemáticas, como la nacra (Pinna nobilis), por los efectos de una epidemia, o los derivados del cambio climático, con episodios de incrementos de temperaturas o temporales extremos. Por ello, la colaboración y la concienciación es absolutamente necesaria para tratar de alcanzar un desarrollo sostenible”.
Nota de Autora:
Fotos cedidas por: Paco Bou, Lola Zaragoza e Instituto de Ecología Litoral de El Campello.
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